Música clásica… Adaptada a los tiempos que corren


No sabría deciros cuál es mejor…

En la primera adaptación podemos ver cómo las guitarras eléctricas hacen el papel de violines y demuestran -por enésima vez- que el metal se complementa a la perfección con la música clásica (¡a ratos me parece estar escuchando algo compuesto por Matt Bellamy!):

Los vídeos de Vodpod ya no están disponibles.

Y en esta segunda pieza (para mí la más sorprendente) nos enseña que el doble bombo le va que ni pintado a la obertura de El Barbero de Sevilla.

Los vídeos de Vodpod ya no están disponibles.

Nada es original


«Nada es original. Roba de cualquier sitio que rezume inspiración o alimente tu imaginación. Devora películas antiguas, películas nuevas, música, libros, pinturas, fotografías, poemas, sueños, conversaciones aleatorias, arquitectura, puentes, señales de tráfico, árboles, nubes, formas en el agua, luces y sombras. Selecciona solamente para robar las cosas que lleguen directamente a tu alma. Si haces esto, tu trabajo (y hurto) será auténtico.

La autenticidad es incalculable; la originalidad inexistente. No te molestes en ocultar el robo, celébralo si lo crees oportuno. En cualquier caso recuerda siempre lo que dijo Jean-Luc Godard: «No importa de dónde coges las cosas, si no lo que hagas con ellas».

Jim Jarmusch.

Nota: esta es mi humilde traducción del inglés. Puedes encontrar la cita original aquí… Y se admiten sugerencias y correcciones, por supuesto 🙂

Nota 2: puedes ver su filmografía en la IMDB. Yo sólo he visto Dead Man y es muy recomendable: western atípico en blanco y negro con un Johnny Deep jovencito, fotografía magistral y una banda sonora impresionante a cargo de Neil Young.

Disney y las películas porno


«Las películas porno y Disney son responsables de la mayoría de los seres humanos frustrados que conozco.»

– Ella: «¿Dónde diablos está mi príncipe encantado…?»

– Él: «¿Dónde diablos está mi puta insaciable…?»

Imagen del día


Adelante, sigue renegando del pasado... Click para verla entera

Nota: Últimamente está alcanzando cierta popularidad entre los acólitos de la cultura gafapastera aunque en realidad lo último que persigue es la fama.

Lo cierto es que tras la manta de su pseudónimo y en la clandestinidad absoluta, Banksy lleva ya unos años revolucionando el concepto del graffiti como protesta social y cultural.

Podéis echar un vistazo en su página web a gran parte de su obra que trata de involucionar las pintadas actuales en aquellos profundos e idealistas graffitis de Mayo del ’68 que aseguraban que un mundo mejor era posible.